Los desechos ferrosos y no ferrosos son dos tipos de residuos que contienen metales. Los residuos ferrosos son aquellos que contienen componentes ferrosos en su composición, mientras que los no ferrosos no tienen ninguna parte ferrosa. Algunos de ellos son altamente contaminantes; en este blog te hablaremos un poco más de estos desechos.
¿Qué son los desechos ferrosos?
La gestión de los residuos es una de las principales preocupaciones de todo el mundo. Sin embargo, el problema se vuelve más complejo cuando se trata de la gestión de residuos peligrosos. Esto se debe a que suponen riesgos para la salud humana y el medio ambiente si no se gestionan adecuadamente. Un ejemplo de estos residuos son los de metales ferrosos, que contienen hierro o acero en su composición. Los residuos de metales ferrosos pueden clasificarse en tres categorías:
- Ferroaleaciones: Se trata de sustancias metálicas utilizadas para alear otros metales o hacer otras aleaciones con puntos de fusión bajos y cercanos a la temperatura ambiente;
- Subproductos de la producción de hierro y acero: Incluyen las escorias de los altos hornos;
- Aguas residuales de la siderurgia: Aguas residuales de los procesos de fabricación de acero, como las operaciones de las plantas de tratamiento del agua de refrigeración de los altos hornos.
Identificación de los residuos no ferrosos
La chatarra no ferrosa también se conoce como residuos no ferrosos. Incluye el cobre, el aluminio, el zinc y el plomo. Es un recurso valioso que puede utilizarse para fabricar nuevos productos. Para reciclar este tipo de material, primero hay que separarlo de otros materiales en el hogar o la empresa antes de venderlo a un reciclador para que lo procese y lo vuelva a fabricar.
¿Cómo se reciclan los desechos ferrosos?
Los desechos ferrosos y no ferrosos se reciclan mediante diferentes procesos. Los materiales ferrosos suelen procesarse mecánicamente para eliminar la capa de oxidación antes de fundirlos en un horno para producir un nuevo producto o materiales de mayor calidad que los que sustituyen. Los materiales no ferrosos suelen someterse a un proceso químico antes de fundirse en un horno a altas temperaturas para obtener su valor de material base (elementos) para su futura producción
Las dos clases principales de metales reciclados son los ferrosos y los no ferrosos.
- Los metales ferrosos son los que contienen hierro.
- Los metales no ferrosos no contienen hierro, pero pueden convertirse en acero añadiendo más del mismo tipo de metal posteriormente.
- Si no estás seguro de qué tipo de metal es, puedes emplear un imán para saber si es ferroso o no. Si el imán se adhiere a él, es ferroso; si no, debe ser no ferroso (aunque deberías consultarlo con un experto).
Cabe destacar que para la recolección de estos residuos se requiere que lo haga una empresa especializada. Para ello está nuestra empresa Sinergia Ambiental, expertos en recolección de este tipo de residuos. Para mayor información, clic aquí.
